La corrosión incrementa en zonas costeras por la reacción química entre la humedad y el cloruro de sodio (sal) Estos dos componentes aceleran el proceso de oxidación de los materiales especialmente los metales y concreto
A medida que las edificaciones costeras envejecen, el impacto de la corrosión puede ser devastador, no solo en términos de seguridad sino también en costos económicos. El mantenimiento preventivo se convierte, por lo tanto, en un componente crucial para la preservación de estas estructuras y para garantizar su funcionalidad a largo plazo.
Impacto de la corrosión en infraestructuras costeras
- Pérdida de estabilidad estructural: Cuando el acero o el concreto se ven comprometidos por la corrosión, la integridad de la infraestructura se ve afectada. Puentes, edificios y muelles pueden volverse inseguros para su uso y requieren reparaciones costosas o, en casos extremos, sustitución.
- Aumento de costos de mantenimiento: Las reparaciones para reparar los efectos de la corrosión pueden ser muy costosas. Desde la limpieza y aplicación de recubrimientos protectores, hasta la sustitución de piezas de infraestructura, los costos se incrementan considerablemente con el tiempo si la corrosión no se controla de manera efectiva.
- Afectación de la vida útil: La vida útil de las estructuras se reduce significativamente cuando la corrosión no es controlada. Esto provoca una necesidad constante de reparaciones y, eventualmente, la necesidad de reemplazar completamente las infraestructuras afectadas.
¿Cómo evitar la corrosión en zonas costeras?
La corrosión en zonas costeras se puede reducir utilizando materiales resistentes a la corrosión como:
- Cubiertas de láminas plásticas: El uso de láminas plásticas reforzadas con fibra de vidrio, las hace altamente resistentes a la corrosión. Especialmente utilizadas en bodegas y/o espacios comerciales y residenciales. Para cubiertas, muros o divisiones, este tipo de láminas pueden durar años, lo cual beneficia la reducción de mantenimiento y/o sustitución de materiales.
- El uso de pinturas anticorrosivas: Puedes utilizar pinturas epóxicas o acrílicas diseñadas para resistir la humedad y la salinidad del ambiente, se puede aplicar en superficies metálicas, este tipo de pinturas actúan como una barrera física entre el metal y el ambiente corrosivo.
- Varillas de fibra de vidrio: Uno de los últimos avances tecnológicos son las varillas plásticas reforzadas con fibra de vidrio, las cuales evitan que el concreto se parta y se corroe, haciendo más resistente los puentes, carreteras, y cimientos de edificios y/o estructuras.
- Uso de metales resistentes a la corrosión: Puedes utilizar el acero inoxidable, que tiene mayor resistencia a la corrosión que un acero normal, su composición lo hace especialmente útil para ambientes salinos.
- Perfiles de plástico: Son resistentes a la corrosión y ligeros, lo que las hace útiles para aplicaciones marinas. Son ideales para estructuras, evitando el uso de metales. Estos perfiles de plástico reforzados con fibra de vidrio son altamente resistentes a la corrosión.
Principales elementos afectados por la corrosión en zonas costeras
La corrosión en zonas costeras es la responsable del desgaste acelerado de los materiales, debido a la alta exposición de la humedad, salinidad y el viento; algunos de los más afectados son:
- Láminas de metal para techos: Las cubiertas metálicas de techos se ven altamente afectadas en ambientes marinos. La exposición constante al aire salino causa que se desgasten y deterioren de manera acelerada, por lo cual se recomienda en uso de láminas plásticas reforzadas con fibra de vidrio.
- Estructuras de concreto: El concreto armado que tiene varillas de acero en su interior es muy susceptible a la corrosión en ambientes costeros. Lo cual implica un desgaste acelerado, para evitar este tipo de corrosión se recomienda el uso de varillas plásticas reforzadas con fibra de vidrio.
- Perfiles metálicos: Los perfiles de acero que componen las estructuras son especialmente susceptibles a la corrosión, lo que puede comprometer la seguridad, para ello puedes utilizar perfiles plásticos con refuerzo de fibra de vidrio, alargando la vida útil evitando la corrosión.
- Barandillas y cercas metálicas: Las estructuras de acero que rodean edificios o áreas públicas son atacadas por la salinidad, causando corrosión y debilitamiento. Para ello se recomienda el uso de pinturas anticorrosivas, que pueden minimizar el deterioro.
- Barcos y embarcaciones: Dado que están constantemente en contacto con el agua salada, los cascos de los barcos y otras partes metálicas de las embarcaciones son susceptibles a la corrosión marina.
- Carros y vehículos: Los vehículos están expuestos a las salpicaduras de agua salada, lo que provoca la oxidación en partes como los chasis, ruedas, puertas y parachoques.
- Sistema de alumbrado público: Los postes de acero o incluso los postes de aluminio que no están bien protegidos con recubrimientos anticorrosivos pueden oxidarse rápidamente debido al aire salino
- Tuberías y sistemas de fontanería: Las tuberías de acero y sistemas de fontanería también son susceptibles a la corrosión.
En resumen, los materiales metálicos y aquellos que contienen acero o aluminio, como vehículos, estructuras metálicas, tuberías, laminas metálicas etc. son los más afectados por la corrosión en zonas costeras. La exposición constante a salinidad, humedad y condiciones meteorológicas extremas en ambientes cercanos al mar exige un mantenimiento preventivo regular para minimizar los efectos destructivos de la corrosión. En Stabilit contamos con soluciones contra la corrosión, con nuestras láminas plásticas reforzadas con fibra de vidrio, perfiles Pultrux y varillas PultruxBar las construcciones serán más seguras y duraderas, pero sobre todo altamente resistentes a la corrosión. ¿Te gustaría saber más de nuestros productos? No dudes en contactarnos, estaremos felices de poder asesorarte.